Las escorias de acería son materiales ÓPTIMOS
para la COMPACTACIÓN DE SUELOS, caminos y playas de estacionamiento,
SE DESPARRAMAN PAREJO Y NO REQUIEREN APISONAMIENTO,
resultando transitable a la inmediatez y reduciendo costos
de apertura y/o reparación de suelos.
para la COMPACTACIÓN DE SUELOS, caminos y playas de estacionamiento,
SE DESPARRAMAN PAREJO Y NO REQUIEREN APISONAMIENTO,
resultando transitable a la inmediatez y reduciendo costos
de apertura y/o reparación de suelos.
Qué es la escoria?
Las escorias siderúrgicas son un co-producto no metálico (con componentes calíferos y cementicios), resultante de procesos industriales destinados a obtener el arrabio y el acero, y están formadas por silicatos y otras bases productos de la fusión del hierro en un alto horno. La escoria se comercializa por tonelada (1 mt.3 corresponde a 1,5 ton. aprox. con variaciones según la medida de que se trate) y existe en 5 medidas diferentes. La medida 30-50 mm es la más económica y, como lo indica su denominación, viene en “cascotes” que van desde los 30 mm hasta los 50 mm; lo mismo sucede con el resto de las medidas: 50-70 mm; 10-30 mm; 0-10 mm y 0-8 mm, estas últimas son las más pequeñas y vienen desde un "polvillo" hasta piedritas que no miden más de 10 y/o 8 mm.
Sus usos varían según el grado de tratamiento que haya tenido el suelo, es decir, según el estado del mismo, y suelen usarse en capas de las 2 o 3 medidas. La escoria es un material fundamental para la estabilización de suelos y caminos y para su posterior transitabilidad. La escoria posee componentes calíferos y cementicios, lo que hace que se vaya endureciendo con las lluvias sin hundirse ni desplazarse y que se vaya compactando cuando se transita sin levantar polvillo. Es antideslizante y es capaz de absorber tráficos pesados intensos estando el camino húmedo o inundado.
Las escorias siderúrgicas son un co-producto no metálico (con componentes calíferos y cementicios), resultante de procesos industriales destinados a obtener el arrabio y el acero, y están formadas por silicatos y otras bases productos de la fusión del hierro en un alto horno. La escoria se comercializa por tonelada (1 mt.3 corresponde a 1,5 ton. aprox. con variaciones según la medida de que se trate) y existe en 5 medidas diferentes. La medida 30-50 mm es la más económica y, como lo indica su denominación, viene en “cascotes” que van desde los 30 mm hasta los 50 mm; lo mismo sucede con el resto de las medidas: 50-70 mm; 10-30 mm; 0-10 mm y 0-8 mm, estas últimas son las más pequeñas y vienen desde un "polvillo" hasta piedritas que no miden más de 10 y/o 8 mm.
Sus usos varían según el grado de tratamiento que haya tenido el suelo, es decir, según el estado del mismo, y suelen usarse en capas de las 2 o 3 medidas. La escoria es un material fundamental para la estabilización de suelos y caminos y para su posterior transitabilidad. La escoria posee componentes calíferos y cementicios, lo que hace que se vaya endureciendo con las lluvias sin hundirse ni desplazarse y que se vaya compactando cuando se transita sin levantar polvillo. Es antideslizante y es capaz de absorber tráficos pesados intensos estando el camino húmedo o inundado.
Cuáles son sus resultados?
El rendimiento de la escoria, a nivel resultados y costos, es superior comparado con otros materiales que se usan para la compactación de suelos. La escoria posee componentes calíferos y cementicios, lo que hace que se vaya endureciendo con las lluvias sin hundirse (a diferencia de la piedra partida, el canto rodado, la carbonilla y/o la conchilla) ni desplazarse (a diferencia de la tosca) y que se vaya compactando cuando se transita sin levantar polvillo (a diferencia de la tosca).
Por todo lo anterior, el mantenimiento de los caminos no se hace tan frecuente (no hay que estar agregando o emparejando todo el tiempo porque el material queda fijo en el mismo lugar). Con la escoria, el tránsito se ve asegurado ante la falta de mantenimiento en los caminos.
Con escoria ya distribuida el transito es seguro (aunque haya pequeños pozos), ya que se ha formado una base cementicia compactada y firme, lo que impedirá el hundimiento de vehículos pesados con carga. La escoria soporta tráficos muy intensos aun estando el suelo inundado y, lo que es más importante, no deja que el vehículo se "resbale" o desbande hacia las zanjas (la escoria es antideslizante).
El rendimiento de la escoria, a nivel resultados y costos, es superior comparado con otros materiales que se usan para la compactación de suelos. La escoria posee componentes calíferos y cementicios, lo que hace que se vaya endureciendo con las lluvias sin hundirse (a diferencia de la piedra partida, el canto rodado, la carbonilla y/o la conchilla) ni desplazarse (a diferencia de la tosca) y que se vaya compactando cuando se transita sin levantar polvillo (a diferencia de la tosca).
Por todo lo anterior, el mantenimiento de los caminos no se hace tan frecuente (no hay que estar agregando o emparejando todo el tiempo porque el material queda fijo en el mismo lugar). Con la escoria, el tránsito se ve asegurado ante la falta de mantenimiento en los caminos.
Con escoria ya distribuida el transito es seguro (aunque haya pequeños pozos), ya que se ha formado una base cementicia compactada y firme, lo que impedirá el hundimiento de vehículos pesados con carga. La escoria soporta tráficos muy intensos aun estando el suelo inundado y, lo que es más importante, no deja que el vehículo se "resbale" o desbande hacia las zanjas (la escoria es antideslizante).
Como todo material, el resultado de la escoria y su duración depende de cómo se emplee según el estado de tratamiento del suelo.
Si el suelo ya ha sido tratado con tosca, por ejemplo, lo ideal es desparramar la escoria 0-10 mm arriba, ya que es una manera de asentar la base de tosca para que la misma no se vuele o desplace y desperdicie con las lluvias. Si el suelo nunca ha sido tratado y se forma barro con las lluvias, lo conveniente es desparramar en primer lugar la más gruesa de 30-50 mm, ya que es la más barata y forma una base sólida, dejar que el camino se transite y, más adelante, agregar la de 10-30 mm o 0-10 mm para emparejar. Si arriba del barro se desparrama directamente la escoria 10-30 mm, lo más probable es que se hunda formando baches cuando se transita por no tener una base sólida de escoria de 30-50 mm o de tosca. La escoria 30-50 mm puede partirse paulatinamente (mucho más fácilmente que la piedra) reduciendo su tamaño, por lo que puede convenir invertir en la más gruesa (más de un 25% de ahorro) si no se hace hincapié en el aspecto estético. Siempre se recomienda guardar una pequeña reserva de material para emparejar luego de que el camino se haya transitado por un tiempo.
Si el suelo ya ha sido tratado con tosca, por ejemplo, lo ideal es desparramar la escoria 0-10 mm arriba, ya que es una manera de asentar la base de tosca para que la misma no se vuele o desplace y desperdicie con las lluvias. Si el suelo nunca ha sido tratado y se forma barro con las lluvias, lo conveniente es desparramar en primer lugar la más gruesa de 30-50 mm, ya que es la más barata y forma una base sólida, dejar que el camino se transite y, más adelante, agregar la de 10-30 mm o 0-10 mm para emparejar. Si arriba del barro se desparrama directamente la escoria 10-30 mm, lo más probable es que se hunda formando baches cuando se transita por no tener una base sólida de escoria de 30-50 mm o de tosca. La escoria 30-50 mm puede partirse paulatinamente (mucho más fácilmente que la piedra) reduciendo su tamaño, por lo que puede convenir invertir en la más gruesa (más de un 25% de ahorro) si no se hace hincapié en el aspecto estético. Siempre se recomienda guardar una pequeña reserva de material para emparejar luego de que el camino se haya transitado por un tiempo.